sábado, 25 de agosto de 2012

La Estación del Ferrocarril en Guadalajara Jalisco

La ciudad necesitaba que el tren pasara ya por aquí, pues esto serviría mucho para el comercio, transporte y comunicación; se hicieron los proyectos de estación y ya que se escogió una, el gobernador Ramón Corona, que siempre se inclinó a la idea que la estación ocupara un punto céntrico, fijaron sus ojos a los terrenos situados a la espalda del destruido monasterio de San Francisco (por el lado sur). Esta superficie hasta el Agua Azul, la ocupaban la huerta de los Colegiales, varios corrales, parcelas y algunas casas muy humildes. Se les indemnizó a los propietarios de esas casas y se levantó la estación después de tumbar los muros que quedaban del convento; se erigió un gran jacalón que fue la terminal de los trenes, inaugurada el 15 de mayo de 1888, día en que llegó a esta ciudad el primer ferrocarril, proveniente de la ciudad de México.

Aurelio Cortés Díaz, en su "Semblanzas tapatías", nos cuenta: "La estación del ferrocarril de Guadalajara era pintoresca, un gran jacalón al que entraban de reverso los trenes, tenía cuatro vías, estaba situada en el final de la Avenida 16 de septiembre, formando un tapón con la calle Ferrocarril al frente (atrás de Aranzazú), a un lado, un callejón, después, la prolongación de la Avenida Corona, que llegó hasta la calzada, pero esto ya era un terreno despoblado. La estación tenía un ambiente pueblerino; una cerca de madera limitando la entrada por 16 de Septiembre que doblaba por el lado de Manzano en donde estaba la entrada.
Un andén hasta cierto punto espacioso para las necesidades de una época, en que el único medio de viajar era en ferrocarril, pues no había carreteras, todo eran brechas, con atascaderos que partes andables durante las lluvias. "La Llegada de los trenes era un acontecimiento, aquella se convertía en una feria de "cargadores" con número, que trataban, como sucede hasta hoy, de ayudar a sacar los belices y lo que era una verdadera plaga eran los "Agentes de los Hoteles", con una gorra en la que llevaban al frente el nombra del hotel al que invitaban a pasar a que se hospedara. "Para ir los pasajeros al Fénix, a la casa de las señoritas Morales, precursoras del Hotel Morales, el trecho se caminaba "a pie"; el agente del hotel tenía una comisión por cada pasajero que llevaba, pues la hacía de cargador y de todo lo que se pudiera.
El hotel San Francisco era el más elegante situado en la esquina de Prisciliano Sánchez con Colón, viejos recuerdos de la época del porfiriato; era un edificio de cantera, neoclásico, medio afrancesado". El tren que venía de México llegaba en las mañanas, era el más rápido y traía carros Pullman, eran muy exclusivos, ya que la cama baja costaba doce pesos y la alta diez, también se tenía derecho de ir al carro comedor.
En los alrededores de la estación, principalmente por la calle Manzano, había muchísimos puestos que vendían todo tipo de antojitos como menudo, birria, dulces, etc. Esta estación tuvo el título de provisional; era un jacalón con techo de dos aguas de lámina, con vigas y postes de madera, su piso era de asfalto; tenía dos vías principales, la de Oriente rumbo a México y la del poniente para el SurPacífico.
En la esquina de Ferrocarril y Manzano, estaba un edificio de dos plantas, que albergaba a la contaduría de la División y a las oficinas del Jefe de la Estación; el ingreso al público estaba por la plazoleta (prolongación de Manzano), donde se encontraban las oficinas de boletos y el que los recogía sentado en un banco alto y tenía una gran campana, la cual tocaba para avisarle a los pasajeros de la partida de los trenes.
La estación generó un "centro comercial", puesto que se instalaron muchas fondas con comida típica, con servicio las 24 horas; hubo varios cafés, aguas frescas, panaderías, todo esto se suscitó porque la estación nunca tuvo restaurante. En tiempos de la cristiada, los trenes militares eran espectáculo de diario.
El último vagón era una góndola techada (utilizada para transportar mineral) y adaptada con bancas para los soldados que siempre venían fuertemente armados; los trenes siempre fueron los blancos preferidos por las tropas cristeras, aún con la protección que siempre llevaba en el último vagón, los trenes de la División de Guadalajara fueron víctimas de terribles asaltos. El crecimiento de la ciudad fue el verdugo de la estación de ferrocarriles, por lo céntrico de su ubicación hacía un "tapón" a la avenida 16 de Septiembre (antigua San Francisco); a fines de los cuarenta y principios de los cincuenta, la Av. Juárez fue ampliada, le siguió Alcalde y 16 de Septiembre, pero la calle siguió su curso y se demolió la vieja estación, hasta llegar a la Plaza Juárez. Se instalo una estación temporal en la Colonia Morelos, un poco más al sur que la actual, la estación de carga se trasladó a la Colonia Ferrocarril, en los terrenos actuales ocupados por el Condominio Guadalajara, Hotel Carlton y el Cine Diana.
En 1957, se terminó la rehabilitación de la línea ferroviaria Guadalajara-irapuato, inmediatamente después se inició la construcción de la actual estación; para diciembre de 1958, la obra civil, la de los patios y vías, estaba terminada a un 90 por ciento. La decisión de la construcción de esta nueva terminal fue de los Ferrocarriles Nacionales de México y eran los tiempos del gobernador Agustín Yáñez. Frente a la estación se encuentra como monumento, una máquina de vapor que, allá por los años veinte, hacía el recorrido de Guadalajara a Chapala, pesa 15 toneladas y se colocó sobre una base de cantera en 1960.
En la sala de espera están 38 bancas de madera y en los alrededores de esta sala, se encuentran varios puestos que ofrecen a la venta ropa, bolsas, alimentos, libros, boletos de la Lotería lntantánea, y otras chucherías. Hace pocos años que le cambiaron el piso, anteriormente era de granito y sobre éste, colocaron vitropiso de color café muy claro. Las pilastras que antes estaban tapizadas de mosaico, hoy están cubiertas de cemento dándole una vista muy rústica. Afuera de la estación y en el estacionamiento, es utilizada casi a diario como dormitorio de muchas personas e indigentes; esta estación se inauguró en el año de 1960, por el presidente de la República, Adolfo López Mateos.

Datos:
http://guadalajara.net/html/edificios/12.shtml
 

martes, 21 de agosto de 2012

Ferrocarriles en México


México posee una red de ferrocarriles de carga manejada por concesionarios privados que se extiende a través de la mayor parte del país, conectando los principales centros industriales con los puertos y con conexiones fronterizas a la red de ferrocarriles estadounidense. Entre los años 1997, cuando Ferrocarriles Nacionales de México suspendió el servicio, y 2008, cuando se inauguró la primera línea del Ferrocarril Suburbano del Valle de México, la red de ferrocarriles de pasajeros en México quedaba limitada a un par de líneas de trenes turísticos.
Historia                                                                                       


Construcción

La historia del ferrocarril en México comenzó en 1837, por el decreto del 22 de agosto, Anastasio Bustamante otorgó la primera concesión a Francisco de Arrillaga para la construcción de la línea férrea de Veracruz a la Ciudad de México (denominándose posteriormente Ferrocarril Mexicano hasta el año de 1848) estableciendose los siguientes artículos: 1) Un término de protección de unos treinta años a partir de la obra. 2) Plazo máximo de 12 años de construcción. 3) Quedaban exentos de pago de impuestos las máquinas y los renglones exentos en el nuevo arancel. 4) A partir del año de construcción la empresa constructora debía de pagar 50 mil pesos hasta completar un millón. 5) Las tarifas de transporte no podrían variarse ni siquiera pasando los 30 años del privilegio. 6) Mientras existiese el ferrocarril, la empresa quedaba obligada a conducir gratuitamente la correspondencia. 7) El camino de hierro entre Veracruz y la capital tendría caminos dobles. 8) La empresa tendría siempre la propiedad de las líneas.1

El ferrocarril que iba a construirse debia de conectar el puerto de Veracruz con el Golfo de México y la Ciudad de México. Sin embargo, el ferrocarril no se construyó debido a la muerte del comerciante Arrillaga tres años después. Por medio del decreto de Antonio López de Santa Anna el 31 de mayo de 1842, impuso a los acreedores de la construcción de la carretera de Perote a Veracruz, la obligación de construir un ferrocarril que partiera de la ciudad de Veracruz hasta el río de San Juan,2 los trabajos no se avanzaron, quedando tan sólo la construcción de 7 kilómetros en casi 6 años. Después de la invasión norteamericana sufrida en el año de 1848, a mediados del este año se reanudaron los trabajos de la construcción del ferrocarril rumbo al río San Juan, concluidos solamente hasta El Molino, con una extensión de 6.6 kilómetros, inaugurado el 16 de septiembre de 1850 con la distancia de 13.6 kilómetros. También en este mismo año Santa Anna otorgó otra concesión a favor de Laurie Rickards para complementar su sueño de la línea del ferrocarril de Veracruz a la Ciudad de México, quedando de nueva cuenta frustrado. Cinco años después Santa Anna decretó otra concesión ahora a los Hermanos Masso para la construcción del Ferrocarril de San Juan Veracruz hacia Acapulco pasando por la Ciudad de México, empezando la construcción en el año de 1856 de México hacia el rumbo de Veracruz, además de la creación de un fondo consolidado de $8. 000, 000.00.3 En el año de 1857 los Hermanos Masso decidieron vender su concesión a Manuel Escandón y Antonio Escandón. los Escandón obtuvieron la ayuda de Ignacio Comonfort ofreciéndoles un subsidió por varios millones de pesos a cabo de que cumplieran con el plazo estimado para la terminación de la vía férrea (10 años), no vender la empresa al capital extranjero, la construcción de penitenciarías y casa para inválidos.4 En el año de 1857 se realizó un proyecto de una ruta de Orizaba hacía Maltrata explorado y propuesto por los ingenieros Andres H. Talcott y Pascual Almazán, iniciando la construcción hasta el año de 1864. Para el año de 1861 estando como presidente Benito Juárez otorgó otra concesión a los Hermanos Escandón para una Línea de Veracruz al Pacífico con un ramal a Puebla, ese año marcó el principio de la construcción el tramo del ferrocarril de Veracruz a Paso del Macho subsidiado por dos compañías de los hermanos Escandón ubicados en los estados de Veracruz y Orizaba donde los trabajos de la Tejería a La Soledad comenzaron a realizarse. Con la invasión francesa se destruyeron parte de las vías férreas, quedando como opción la realización de un pacto con los soldados franceses (suministrados económicamente por el gobierno de Napoleón III) y las dos empresas de los Hermanos Escandón, las reglas fueron que el ejército francés subsidió a las compañías la cantidad de 120 000 francos mensualmente para las obras, mientras que la compañías debia de establecer el servicio público de Veracruz a la Soledad para el mes de mayo,quedando concluido hasta el 15 de agosto de 1862, quedando en operación 41 kilómetros de vías, para el año de 1858 llegó hasta la estación de Camarón, contando con una longitud de 62 kilómetros que fue puesto oficialmente en servicio el 16 de octubre de 1864,5 dos años después llegó a Paso del Macho siendo un total de 76 kilómetros.
Mapa de 1897 del proyectado ferrocarril interoceanico

Maximiliano I de México contrató al ingeniero M Lyons para la construcción del ferrocarril de La Soledad al Monte del Chiquihuite, anexándose posteriormente a la Línea de Veracruz a Paso del Macho.6 Asimismo Antonio Escandón traspasó su empresa ferrocarrilera a la Compañía de Ferrocarril Imperial Mexicano teniendo todo el apoyo tanto de Maximiliano I de México como del ejército francés. Concluido el periodo del Segundo Imperio, el 27 de noviembre de 1867 de nueva cuenta Benito Juárez volvió a conceder el privilegio del ferrocarril Veracruz-México vía Orizaba para los hermanos Escandón, quedando concluida a finales del año de 1872 e inaugurado el 1 de enero de 1873 por Sebastián Lerdo de Tejada y el gobernador del estado de Veracruz Francisco Hernández. el Ferrocarril Mexicano fue la primera vía férrea que corrió en el país, se realizaron festejos en las estaciones de Orizaba y Veracruz por tres días.7 La Estaciones que quedaron como principias de la línea del Ferrocarril Mexicano fueron Veracruz, Tejería, La Soledad, Camarón, La Purga (a partir de 1900 dejo de ser estación), Paso del Macho, Córdoba, Orizaba, Maltrata. Durante el periodo de Díaz se empezaron a construir nuevas estaciones ampliando más la vía férrea, las estaciones que se iniciaron a construir después de 1880 fueron las de Potrero, Fortín, Río Blanco, Nogales y Santa Rosa.

El Presidente Lerdo, y aún más su sucesor, Porfirio Díaz, alentaron el desarrollo ferroviario con concesiones generosas que incluían subvenciones públicas para la construcción de las líneas. Al comenzar la presidencia de Díaz existían un total de 416 millas de ferrovía en servicio en México. Al final de su segundo mandato en 1910, México contaba con más de 15.360 millas de ferrovía en servicio, en su mayoría construidas por inversionistas estadounidenses, británicos y franceses.

 

El nacionalismo creciente en México llevó a la administración de Díaz a poner la mayor parte de los ferrocarriles de la nación bajo control nacional a través de un plan elaborado por su secretario de Hacienda, José Yves Limantour. El plan, ejecutado en 1909, creó una nueva corporación paraestatal, Ferrocarriles Nacionales de México (FNM), para ejercer control sobre las líneas de ferrocarril principales a través de mayorías accionistas en las empresas.
 

Nacionalización

Soldados rebeldes se desplazan por ferrocarril durante la Revolución Mexicana.

El sistema ferroviario sufrió gran deterioro a causa de su abandono durante el período de la Revolución mexicana. Después de la Revolución, la totalidad del sistema ferroviario mexicano fue nacionalizado entre 1929 y 1937. En 1987, el gobierno fusionó las cinco empresas ferroviarias regionales con FNM. Los años posteriores de la época de nacionalización de los ferrocarriles en México fueron marcados por dificultades financieras por parte de FNM. La empresa acumuló un déficit operativo de $552 millones de dólares (37 % de su presupuesto de funcionamiento) en 1991. La competencia con otros modos de transporte de carga, tales como los camiones y el transporte marítimo, disminuyó la cuota de mercado de los ferrocarriles alrededor del 9 % o sea alrededor de la mitad de la cuota que tenían los ferrocarriles una década antes.


Privatización

En 1995, el gobierno mexicano anunció que FNM sería privatizada y la red ferroviaria se dividió en cuatro redes. Como parte de la reestructuración de la privatización, FNM suspendió el servicio ferroviario de pasajeros en 1997.

En 1996, Kansas City Southern (KCS), en una empresa conjunta con Transportes Marítimos Mexicanos (TMM), compró la concesión del Ferrocarril del Nordeste que unía a la Ciudad de México, Monterrey, el puerto del Océano Pacífico de Ciudad Lázaro Cárdenas y el cruce fronterizo de Laredo. La empresa fue inicialmente llamada Transportación Ferroviaria Mexicana, pero pasó a denominarse Kansas City Southern de México (KCSM), en 2005, cuando KCS compró los intereses de TMM. Los sistemas de KCS en los Estados Unidos y México forman conjuntamente un sistema ferroviario que une los interiores y centros industriales de México y los Estados Unidos.

La concesión del Ferrocarril del Noroeste, que conecta la ciudad de México y Guadalajara con el puerto del Océano Pacífico de Manzanillo y los diversos cruces a lo largo de la frontera de los Estados Unidos, fue vendida a una empresa conjunta entre el Grupo México y Union Pacific Railroad en 1998. La empresa opera como Ferrocarril Mexicano o Ferromex.

Hubo dos concesiones en la región sur, que se fusionaron en 2000 para formar Ferrosur. Ferrosur opera la línea ferroviaria entre la ciudad de México y el puerto de Veracruz en el Golfo de México. En 2005, Ferrosur fue adquirida por la empresa matriz de Ferromex. KCSM litigó para parar la adquisición, y la fusión no recibió aprobación del gobierno.

Los tres principales ferrocarriles de México son dueños en conjunto del Ferrocarril y Terminal del Valle de México (Ferrovalle), que opera terminales de ferrocarriles y en los alrededores de la Ciudad de México.

Posteriormente se detectaria un fraude multimillonario en el proceso de liquidacion por parte de 5 ex servidores publicos de Ferrocarriles Nacionales de México,el ilicito se cometio cuando los ex funcionarios convocaron entre 2003 y 2005 a licitaciones para vender chatarra de Ferrocarriles Nacionales, pero no entregaron el material, lo que generó un adeudo de unos 10.3 millones de pesos con las empresas adjudicadas.

Para saldar la deuda los ex servidores del organismo en liquidación entregaron de manera ilegal más de 52 mil toneladas de vías férreas, rieles, durmientes, clavos y planchuelas propiedad de la Federación con un valor superior a mil 800 millones de pesos.

Esa cantidad de material equivale a tres veces la red del Metro de la ciudad de México o siete veces el acero de la Torre Eiffel.

También se entregaron a las cuatro empresas 590 kilómetros de vías férreas útiles que lejos de ser chatarra es acero de alta calidad.

Los cinco tramos de vías entregados ilegalmente estaban instalados en Durango, Michoacán, Jalisco, Chihuahua y Puebla.

Los funcionarios involucrados son el delegado fiduciario especial de Banobras y encargado de la liquidación, Enrique Alejandro Rivas; el subdirector general jurídico, Efrén Alejandro del Pozo; el subgerente de servicios especiales, Antonio Paredes; el jefe de área de la subdirección general jurídica, Saúl Román Tiburcio y el jefe de área "C" de la subgerencia de servicios especiales, Pedro Rodolfo Muriel.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Hacer una USB Booteable para instalar Windows 7.

Es un metodo delicado pero muy efectivo, ya que hay que estar seguros de la partición con las que vamos a trabajar en este caso de la unidad de nuestro USB.
Hay que aclarar que para este método se necesita estar en Windows Vista o Windows 7.
Primero abrimos el cmd, o conocido también como “símbolos de sistema”, hay que abrirlo en como administrador, para ello deben ir a Inicio –> Todos los programas –> Accesorios –> Símbolo de sistema, clic derecho sobre el y clic en “Ejecutar como Administrador”.
Ahora que ya hemos ejecutado el cmd, escribimos Diskpart, luego list disk, para listar las unidades e indentificar la unidad de nuestro USB, una manera rápida y fiable de saber cual es nuestra unidad es mirando la capacidad:
diskpart
Ya que identificamos nuestro USB escribimos Select disk X, donde X es el número de nuestra unidad, una vez hecho estos pasos con sumo cuidado, procedemos a ingresar los siguientes comandos uno por uno:
    • clean
    • create partition primary
    • select partition 1
    • active
    • format fs=fat32
    • assign
    • exit
Hasta aquí ya tenemos un USB booteable es decir que podemos poner el sistema operativo de nuestra conveniencia, así que hecho eso procedemos a copiar todos los archivos de instalación al USB, podríamos usar este a continuación, que nos servirá para hacer un copiado óptimo desde el cmd:
  • xcopy D:\*.* /s/e/f E:\  (donde D es el cd o dvd de Windows y E la unidad USB).
Otro método para copiar los archivos al USB es usando la aplicación Win32Disk Imager, escogen la carpeta o unidad donde están los archivos de instalación y le dan clic a Write, es como quemar en un USB.
win32_disk_imager
Por supuesto que si van a hacer un USB booteable con Windows 7 podrían usar una herramienta creada por el mismo Microsoft – Windows 7 USB/DVD Download Tool.
También no deben olvidar que después de crear su USB booteable, para que este se pueda ejecutar deben configurar la BIOS para que arranque desde USB.

martes, 7 de agosto de 2012

El Aparecido de Chambergo

Asistir de mañana a los ofico que se había convertido en una costumbre de la familia López.
Se cuenta que corría el año de gracia de 1860, era una lluviosa mañana de septiembre, cuando Don Margarito salió de su casa, pasó por su hermano Néstor y en el camino se les juntaron don Lucas Infante con su familia y otras personas, los que iban a toda prisa porque la campana de la iglesia estaba dando la última llamada. La esposa de don Néstor estaba preocupada, comentó con sus amigas porque su hijita seguía muy grave y que según el médico, sólo un milagro podría salvarla.
Iba a la iglesia con gran fe para pedirle a Dios por su pequeña Lupita, para que no se la llevara, porque era la alegría de su vida. La caravana seguía caminando de prisa, todos iban alegres disfrutando del fresco de la mañana, de su olor a tierra mojada y de las bromas que entre los señores se hacían. Sólo la esposa de don Néstor llevaba su pensamiento fijo en la niña que había dejado enfermita en su casa. Se cuenta que corría el año de gracia de 1860, era una lluviosa mañana de septiembre, cuando Don Margarito salió de su casa, pasó por su hermano Néstor y en el camino se les juntaron don Lucas Infante con su familia y otras personas, los que iban a toda prisa porque la campana de la iglesia estaba dando la última llamada. La esposa de don Néstor estaba preocupada, comentó con sus amigas porque su hijita seguía muy grave y que según el médico, sólo un milagro podría salvarla.
Iba a la iglesia con gran fe para pedirle a Dios por su pequeña Lupita, para que no se la llevara, porque era la alegría de su vida. La caravana seguía caminando de prisa, todos iban alegres disfrutando del fresco de la mañana, de su olor a tierra mojada y de las bromas que entre los señores se hacían. Sólo la esposa de don Néstor llevaba su pensamiento fijo en la niña que había dejado enfermita en su casa.
De pronto, al dar vuelta en una esquina, a unos cuantos pasos de la huerta que era de los señores Leos, se apareció un individuo demasiado alto, enfundado en un traje negro y con un chambergo de ala monstruosa. Al irse acercando al grupo, todos experimentaron un escalofrío tal, que comenzaron a temblar como hojas.
aparecido Aquella figura, segundos más tarde desapareció. En silencio llegaron al templo. Nadie se atrevía a hablar de lo que había visto. Una vez que terminó la misa, se despidieron del sacerdote y con excusas de no poder desayunar en la casa de Don Margarito López, cada familia se fue rumbo a su casa. Al día siguiente se volvieron a reunir todos los amigos con su prole y juntos atravesaron la plaza de San Marcos para tomar la vereda "estrecha y tupida de mogotes que principiaba en la bocacalle de Rivera", y en el mismo lugar, volvió a salir aquella extraña figura, que dejó sin respiración a los paseantes los que tranquilos se dirigían a participar del oficio religioso. Volvió a desaparecer.
Y este encuentro se hizo cotidiano por un mes. Algunas personas ya no querían asistir a la misa del alba, pero las familias de Don Margarito y Don Néstor continuaron con su costumbre de años, y a los pocos días todos reanudaron los encuentros mañaneros. Ya se atrevían a comentar del extraño aparecido que como exhalación pasaba junto al grupo, sin decir una sola palabra. Algunos decían que era un hombre extravagante, un maniático que gustaba también salir a la hora del alba a tomar el fresco.
Pero otros, no pensaban así, se atrevían a hablar del fantasma, de una alma en pena... los niños le decían "el aparecido de la vereda". Pero todos en el fondo sentían temor de que fuera algo sobrenatural, aquella figura con monstruoso chambergo y enfundado en un extraño traje negro que le tapaba hasta el cuello, dejándole ver sólo unos ojos redondos y negros como capulines.
aparecido Un día, en el mes de noviembre de ese año, cuando el grupo presidido por Don Margarito, iban rezando el rosario a la Virgen de Guadalupe (se acostumbraba rezar cuarenta rosarios terminando el día 12 de diciembre) cuando de pronto, el aparecido no sólo pasó cerca de ellos, sino que se paró y con una voz de ultratumba y dirigiéndose a don Néstor dijo: "Tuuuuu... Neéstooooor,... tienes... uuunaa... eeenffermmitaa... llévame... con ella... yooo tee laa curaaree.
Al o que aquel individuo se encontraba en la habitación de su hija. Decía un rezo muy largo con gran parsimonia y ademanes extraños, puso una mano en la cara de la pequeña, la que quedó estampada para siempre en ella. Poco a poco la hija de Don Néstor abrió los ojos, se sentó en la cama y pidió de comer.
A los cuantos días Lupita estaba jugando en el Jardín de San Marcos, con sus amiguitas como si nada le hubiera pasado; sólo en su carita tenía una marca como de dedos pintados. Desde aquel día el hombre del monstruoso chambergo desapareció para siempre, pero la familia de los López, siguió con sus costumbres de asistir diariamente a sus oficios religiosos, cambiaron de vereda, no volvieron a pasar más por la calle de Rivera, ahora su camino era la calle de Democracia (ahora Eduardo J. Correa) para así poder llegar al templo.
Aquel hecho insólito fue muy comentado no sólo en el barrio, sino en todo Aguascalientes y todavía por el año de 1880 se habll lugar señalado, se les volvió a aparecer el fantasma... al preguntarle a Don Margarito, si era de esta vida o de la otra, el hombre retrocedió dos pasos hacia atrás y dijo: "¡mi deseo es curar a la niña!". Sin decir una palabra más desapareció. Después que regresó Don Néstor a su casa supo que aquel individuo se encontraba en la habitación de su hija. Decía un rezo muy largo con gran parsimonia y ademanes extraños, puso una mano en la cara de la pequeña, la que quedó estampada para siempre en ella. Poco a poco la hija de Don Néstor abrió los ojos, se sentó en la cama y pidió de comer.
A los cuantos días Lupita estaba jugando en el Jardín de San Marcos, con sus amiguitas como si nada le hubiera pasado; sólo en su carita tenía una marca como de dedos pintados. Desde aquel día el hombre del monstruoso chambergo desapareció para siempre, pero la familia de los López, siguió con sus costumbres de asistir diariamente a sus oficios religiosos, cambiaron de vereda, no volvieron a pasar más por la calle de Rivera, ahora su camino era la calle de Democracia (ahora Eduardo J. Correa) para así poder llegar al templo.
Aquel hecho insólito fue muy comentado no sólo en el barrio, sino en todo Aguascalientes y todavía por el año de 1880 se hablaba de los que les había sucedido a los López, pero ya se platicaba como una leyenda, la que ahora recogemos.

Fundación de Aguascalientes



  La odisea de los primeros habitantes de la villa
&n class="Contenido_TextoA">Estas tierras, además de ser más áridas que las que habían encontrado en Veracruz y en el Valle de México, estaban habitadas por indígenas que en su mayoría eran nómadas y que pronto se convirtieron en el terror de los todavía mal trazados caminos que conectaban a la Nueva España con esta otra parte del territorio, al cual se le dio el nombre de la Nueva Galicia.

La audiencia de la Nueva Galicia –institución encargada del gobierno y la administración de los nuevos territorios— se asentó en Guadalajara, al tiempo que se descubrían yacimientos de plata en el cerro de la Bufa, donde no tardarían en aparecer las minas de Zacatecas. Estas minas llegaron a ser el motor económico de la Nueva Galicia y su explotación hizo necesario abrir caminos no solamente entre Guadalajara y Zacatecas, sino también entre las minas y la ciudad de México, Querétaro y Michoacán, a donde se llevaba buena parte de la plata extraída.

uchos españoles aventureros a avanzar hacia el norte en busca de fortuna.
 
Estas tierras, además de ser más áridas que las que habían encontrado en Veracruz y en el Valle de México, estaban habitadas por indígenas que en su mayoría eran nómadas y que pronto se convirtieron en el terror de los todavía mal trazados caminos que conectaban a la Nueva España con esta otra parte del territorio, al cual se le dio el nombre de la Nueva Galicia.

La audiencia de la Nueva Galicia –institución encargada del gobierno y la administración de los nuevos territorios— se asentó en Guadalajara, al tiempo que se descubrían yacimientos de plata en el cerro de la Bufa, donde no tardarían en aparecer las minas de Zacatecas. Estas minas llegaron a ser el motor económico de la Nueva Galicia y su explotación hizo necesario abrir caminos no solamente entre Guadalajara y Zacatecas, sino también entre las minas y la ciudad de México, Querétaro y Michoacán, a donde se llevaba buena parte de la plata extraída.

Desde el principio los caminos fueron asaltados por grupos de chichimecas (que así se les llamaba a los indios de la frontera norte de la Nueva España) y debido a la constancia de los ataques, comenzó una guerra que se extendió durante toda la segunda mitad del siglo XVI. Por esta razón los españoles establecieron villas a lrio. Sde los caminos. Éstas eran a la ya estaba poblado desde antesgares de desca que el español Juan de Montoro hizo para que se le permitiera fundar allí una villa.
Algo muy curioso es que el nombre original que se le dio al nuevo poblado fue el de “Villa de la Ascensión”. Tal parece que pronto se confundió y se olvidó, ya que se hizo popular el culto a la virgen de la Asunción, sobre todo cuando en 1602 el obispo Alonso de la Mota y Escobar, de viaje por la Nueva Galicia, otorgó a la pequeña villa el rango de parroquia y la virgen se convierte en patrona del lugar.
Pero antes de que esto sucediera, los primeros habitantes de la villa tendrían que pasar por una serie de problemas y por tiempos tan malos, que por poco y el poblado desaparece y nos deja sin Aguascalientes natal. Así, a los ataques chichimecas se agregaron las epidemias y la pobreza, que hicieron estragos en la población, a tal grado quean="2" valign="top">
Hoy festejamos el día de fundación de la ciudad el 22 de octubre, pues esta es la fecha en que Jerónimo de Orozco, presidente de la audiencia de la Nueva Galicia, firmó la cédula o acta en que se permitía, por gracia del rey Felipe II, el establecimiento de una villa en dicho territorio. Sin embargo, se sabe que el sitio ya estaba poblado desde antes de la petición que el español Juan de Montoro hizo para que se le permitiera fundar allí una villa.
Algo muy curioso es que el nombre original que se le dio al nuevo poblado fue el de “Villa de la Ascensión”. Tal parece que pronto se confundió y se olvidó, ya que se hizo popular el culto a la virgen de la Asunción, sobre todo cuando en 1602 el obispo Alonso de la Mota y Escobar, de viaje por la Nueva Galicia, otorgó a la pequeña villa el rango de parroquia y la virgen se convierte en patrona del lugar.
Pero antes de que esto sucediera, los primeros habitantes de la villa tendrían que pasar por una serie de problemas y por tiempos tan malos, que por poco y el poblado desaparece y nos deja sin Aguascalientes natal. Así, a los ataques chichimecas se agregaron las epidemias y la pobreza, que hicieron estragos en la población, a tal grado que la villa quedó casi abandonada. Para 1584 solamente había dieciséis soldados, un caudillo y dos vecinos, en un sitio que más que poblado era un simple puesto militar fortificado. Ni siquiera la agricultura había progresado, pues los primero colonos, que consideraban que debían obtener fortuna de una forma más interesante que trabajando como simples campesinos, no se habían interesado en cultivar la tierra.
El final del siglo XVI y el principio del XVII, trajeron, a pesar de todo esto, mejores tiempos para la villa. En primer lugar terminó la guerra chichimeca, lo cual contribuyó a la pacificación de la región, aunque dejó como resultado un terrible exterminio de indígenas. También hay que tomar en cuenta la presencia en la villa de Aguascalientes del licenciado Gaspar de la Fuente, quien en octubre de 1609 dictó una serie de medidas destinadas a mejorar la traza urbana y la forma en que se construían los edificios públicos y privados. Además, para ese momento Aguascalientes se había transformado en cabecera de alcaldía mayor, lo que le otorgó a la villa una mayor importancia política. Así, los primeros y mayores obstáculos del joven pueblo parecían superados.
  En 1620 era claro que la semilla hispana había sido bien plantada en el territorio, gracias a lo cual durante todo el siglo XVII la villa se desarrollaría de forma lenta pero constante: crecerían las huertas, se construirían las primeras iglesias, aumentaría la población y se activarían la agricultura y el comercio.   Como punto intermedio en el camino de Zacatecas a Guadalajara, la villa de Aguascalientes jugó un importante papel en la vida económica de la Nueva Galicia durante toda la época colonial. Hoy, todos los hidrocálidos estamos ligados de alguna manera a esos primeros años de historia y a esos primeros pobladores españoles, indígenas, mulatos y mestizos, que se atrevieron a adentrarse en tierras despobladas y fundar, con algo de espíritu aventurero y otro tanto de deseo de riqueza, una pequeña villa cerca de unos manantiales de agua caliente.   Fuente:
GÓMEZ SERRANO, Jesús. La guerra chichimeca, la fundación de Aguascalientes y el exterminio de la población aborigen (1584-1620). Un ensayo de reinterpretación. Jalisco, Colegio de Jalisco y Ayuntamiento de Aguascalientes, 2001, 129 pp.

Aguascalientes libre por el beso de una mujer

leyendas

Leyendas de Aguascalientes

Esta historia nació gracias al ingenio del Ingeniero Elías L. Torres, quien recuperó en un escrito lo que decía el pueblo sobre la Soberanía de Estado, lo cual levantó gran polémica en el pueblo sobre todo, en las recatadas y buenas mujeres de Aguascalientes.
Se cuenta esta narración que doña Luisa Fernández Villa de García Rojas, oriunda de Aguascalientes hija de Don diego Fernández Villa, conocido comerciante del lugar- se casó con Don Pedro García Rojas en 1822 (su primera hija doña Francisca nació en 1924).
beso Doña Luisa era una mujer atractiva, caritativa, generosa, que como a todos los aguascalentenses deseaba que su estado fuera independiente y sacudirse del yugo zacatecano " librarse de la tiranía de los tusos ", rezaba un incendiario manifiesto de la época, anhelo que no podía cristalizar mediante una revolución, ya que no se podía enfrentar éste contra los poderosos enemigos de Zacatecas.
Don Pedro García Rojas se distinguía por su prominencia en la política y su riqueza. Respetado y distinguido en el estado y con antecedentes marcadamente enemigos de la liberal política zacatecana. La ciudad de Aguascalientes fue fundada en 1575, según consta en la cédula de Felipe II, fechada en Madrid el 22 de octubre de ese año, siendo sus fundadores Juana de Montoro, Gerónimo de la Cueva, Alonso Alarcón y otros mas, quienes se instalaron en las cercanías de los manantiales de aguas termales que hay en esa ciudad.
El crecimiento de la población fue tan rápido, por la bondad de su clima, la exuberancia de su vegetación y la abundancia de las aguas que, treinta y seis años más tarde, el 18 de agosto de 1611, la Real Audiencia de Nueva Galicia la declaró Villa, poniéndole por nombre "Villa de Nuestra Señora de la Asunción de las Aguas Calientes". Durante muchos años siguió dependiendo del Gobierno de Nueva Galicia, hoy Jalisco, y todavía cuando el Conde de Gálvez, Virrey de México, dividió la Nueva España en doce intendencias, siguió perteneciendo a Jalisco.
beso En 1791, el Gobierno Virreinal, quizá por la gran distancia a que se encontraba Guadalajara, resolvió agregar a la intendencia de Zacatecas, lo que hoy es Aguascalientes; con ese motivo surgió un obvio y natural disgusto de los vecinos, el cual se hizo manifiesto, por escrito. Hubo súplicas, pasquines y el descontento fue creciendo a medida que el tiempo pasaba, sin que nunca aceptaran semejante cambio, también hubo con frecuencia escándalos y motines que duraron hasta la compleja independencia del Estado.
De manera que, desde que Aguascalientes fue agregado a la dependencia de Zacatecas, el más grande anhelo de sus habitantes, era independizarse. Pasaron algunos años, y Aguascalientes era un suburbio de Zacatecas, la gente sentía gran encono con los zacatecanos, los que menos culpa tenían en el asunto. El primero de Mayo de 1835, Don Antonio López de Santa Anna, llegó a la ciudad de Aguascalientes de paso para Zacatecas.
Llevaba un contingente de 3,000 hombres, con los cuales iba a someter al orden al turbulento estado de Zacatecas, que había tenido "la audacia", de sublevarse contra él. Dice Elías L. Torres, que " la causa en el fondo era que las ideas liberales y avanzadas de los zacatecanos no se compadecía con las del gobierno central, que habían impuesto a la republica al cojo de Tampico ". La llegada del general Santa Anna a Aguascalientes, fue un gran alboroto, el pueblo se puso en movimiento, se adorno la villa y con gran jubilo fue recibido el presidente.
beso Pernoctaría una noche y las principales familias del lugar se disputaban el honor de recibir en su casa al invencible guerrero. La residencia de Don Pedro García Rojas y su esposa Doña María Luisa fue la elegida. Toda la calle de Morelos (en donde se ubicaba, según el historiador Don Alejandro Topete Del Valle) fue decorada por guirnaldas de flores y papel de china de colores. Dice la leyenda que el día fue muy ocupado para el general Santa Anna; órdenes para el ejército, recibo de comisiones, conferencias con los principales vecinos, con miembros del clero y de los conventos y toda esa batahola de ir y venir que en torno de los grandes se agita y mueve. Por lo tanto dieron órdenes estrictas para no permitir más el paso a nadie; había sido un día muy agitado y el general iba a descansar.
Doña Maria Luisa, que era una gran ama de casa, virtuosa en la cocina y una exquisita dama de abolengo, la que a más de su belleza tenía finos modales, desplegando toda su coquetería recibió al general Antonio López de Santa Anna, con una reverencia. El invitado ocupaba la cabecera de la mesa; mientras saboreaba un delicioso chocolate y los famosos " ladrillos " (panecillos típicos de Aguascalientes), refería los incidentes de sus gloriosas campañas. Don Pedro, escuchaba atento a su izquierda el emocionante relato. Su esposa a la derecha del altivo invitado, clavaba sobre él sus ojos de obsidiana y comentaba las hazañas que éste refería con frases de elogio oportuno, o desgranaba dulcemente su sonrisa divina, que era un invencible hechizo de su belleza aguascalentense.
Poco a poco fue rodando la conversación, sabiamente llevada por la dama, hasta conectarla en la situación dolorosa por la que atravesaba Aguascalientes. Así escuchaba Santa Anna de sus labios como la ciudad no tenía escuelaadores que acudían de todas partes de la República, se resarcieran de las pérdidas sufridas, saqueando la población, de que se habrían librado gracias a que el ayuntamiento había armado a un centenar de hombres que pagaban los vecinos y con los cuales se patrullaban las calles de día y de noche.
Cuenta el narrador que cuando la señora Villa de García Rojas llegaba a esa parte del relato, se abrió la puerta del amplio comedor y un criado anuncio que Don Pedro José López de Nava, buscaba al señor García Rojas; era urgente. El aludido pidió permiso para salir a la sala un momento, cerro tras de sí la puerta y el ruido de sus pasos se fue perdiendo por el rojo enladrillado del corredor. -Aguascalientes puede ser independiente-, continua Doña Maria Luisa, reanudando su conversación -basta que usted lo quiera, mi General, que en este pueblo todos lo anhelamos, llegaríamos hasta el sacrificio para obtenerlo.
Dejó caer estas últimas palabras con una ternura tan intensa, que él árbitro de la República conmovido deslizó su mano sobre el bordado mantete las fiestas de San Marcos el gobierno de Zacatecas había retirado todas las fuerzas que tenía en la ciudad, exponiéndola a un asalto de los bandidos que merodeaban por las cercanías de Calvillo o que los jugadores que acudían de todas partes de la República, se resarcieran de las pérdidas sufridas, saqueando la población, de que se habrían librado gracias a que el ayuntamiento había armado a un centenar de hombres que pagaban los vecinos y con los cuales se patrullaban las calles de día y de noche.
Cuenta el narrador que cuando la señora Villa de García Rojas llegaba a esa parte del relato, se abrió la puerta del amplio comedor y un criado anuncio que Don Pedro José López de Nava, buscaba al señor García Rojas; era urgente. El aludido pidió permiso para salir a la sala un momento, cerro tras de sí la puerta y el ruido de sus pasos se fue perdiendo por el rojo enladrillado del corredor. -Aguascalientes puede ser independiente-, continua Doña Maria Luisa, reanudando su conversación -basta que usted lo quiera, mi General, que en este pueblo todos lo anhelamos, llegaríamos hasta el sacrificio para obtenerlo.
Dejó caer estas últimas palabras con una ternura tan intensa, que él árbitro de la República conmovido deslizó su mano sobre el bordado mantel y oprimiendo la fina siniestra de Doña María Luisa, le dijo, emocionado. -¿ De veras hasta el sacrificio ?... La señora de García Rojas se puso de pie violentamente, cerró un poco el entrecejo, como desaprobando el atrevimiento del caudillo. Pero este, sin soltarle la mano y mirándola suplicante... volvieron a brillar en sus labios una sonrisa, y sentándose de nuevo contestó: - Hasta el sacrificio... General.
Santa Anna acercó sus labios sensuales sobre los divinamente bellos de la hermosa dama aguascalentense y dió un beso prolongado y ardiente que vino a interrumpir el ruido de los pasos de don Pedro, que regresaba por el pasillo. La dama salió al encuentro de su esposo, radiante de alegría y colgándosele del cuello zalamera y coqueta le dijo: - ¡ Perico, por fin Aguascalientes es independiente ¡ ¿ Verdad General ¿ - Verdad es, asintió Santa Anna inclinando la cabeza y besando la mano de la señora García Rojas.
Según se cuenta en la leyenda, el dictador cumplió su palabra, al día siguiente, dos de mayo de 1835, fue depuesto el jefe político zacatecano, José Maria Sandoval, y nombrado por el cabildo para sustituirlo Don Pedro García Rojas. Días después, triunfante, pues había derrotado en Guadalupe, Zacatecas a las fuerzas de Don Francisco García, que eran las de aquel Estado, expidió un decreto fechado en México el 23 de Mayo de 1835, confirmando la independencia de Aguascalientes, haciéndolo territorio el 30 de Noviembre de 1836, fue declarado Departamento con la dimensión que ahora tiene el estado, nombrándose como era natural, primer gobernador a Don Pedro García Rojas.